Fanáticos religiosos demoraron el pasado miércoles 17 de octubre la apertura de las Jornadas por la Libre Expresión brindadas por la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) en el Pabellón Argentina. Se trató de los ya conocidos hermanos Espina –quienes cuentan con antecedentes en este tipo de intentos de censura- y un minúsculo grupo de católicos conformado por cinco adultos y ocho niños.
Tras el fracaso de la vía legal, rechazada por la justicia federal horas antes del comienzo de la muestra, al grito de “viva cristo” y “viva la virgen”, el colectivo liderado por los hermanos Espina intentó impedir la exposición de Roque Fratichelli y Alfonso Barbieri evitando el ingreso al subsuelo del pabellón, donde se encontraban la obras.
Al respecto, el sacerdote Juan Espina decía:
La policía, por su parte, se limitó a impedir el ingreso de las personas que se hicieron presentes en la ciudad universitaria con el argumento de evitar posibles enfrentamientos. Puertas afuera, quienes querían visitar la muestra comenzaron a entonar cánticos en contra de quienes querían impedirla.
Esta vez, no hubo destrozos. Espina y los suyos se retiraron tras una larga negociación con el fiscal de turno.
Finalmente, la muestra fue abierta al público y permanecerá hasta el miércoles 31 del corriente.
Cabe aclarar que un día antes del comienzo de las Jornadas por la Libre Expresión la rectora de la UNC, Carolina Scotto, realizó una presentación ante la justicia federal -ver artículo- luego de recibir una carta con amenazas por parte de los fanáticos religiosos. En respuesta a ello, un fiscal ordenó a la policía custodiar la muestra.
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